12 abril, 2009

Fotografía: La realidad al desnudo


Acabo de ver un documental sobre fotografía y me pareció interesante abrir esta entrada.
Mucha gente piensa que la fotografía es un arte, que sólo consiste en plasmar en un medio (película de poliacetato antes, o algún sensor electrónico en la actualidad) lo que en un determinado instante de tiempo se ve por el viewfinder (o plantalla). Sin embargo el tema es más complicado, y no por la teoría de formación de imágenes que esta involucrada. Es cierto que con un adecuado conocimiento de la técnica uno puede, en una fotografía, aislar al objeto para llevarlo a un plano en el cual el observador se centre en él olvidándose del entorno. Lo que quiero mostrar hoy es una serie de trabajos de fotógrafos que han ganado premios (Pulitzer) y que sin recurrir a una técnica sofisticada, lograron plasmar en la fotografía una realidad que no queda enmarcada en el 4:3 de ningún papel o monitor.
Advertencia: en el interior de esta entrada está la realidad al desnudo.

Comencemos con esta fotografía de Nik Ut (David Kennerly) fue tomada en 1971 durante la guerra de Vietnam y que ganase el premio Pulitzer en 1972. En la misma se observa un grupo de chicos desnudos, y escapando de los efectos del napalm , que no es una fruta exótica de ese lugar del globo, sino una mezcla de nafta, benceno, poliestireno y fósforo inventado en Harvard y usualmente arrojado desde aviones por "seres humanos" sobre otros seres humanos a los cuales los primeros no los consideran como tales. La desnudes, de la niña en primer plano (Kim Phuc) hoy de casi 47 años o mostraba su cuerpo pensando en ser, en un futuro, tapa de la revista Play Boy, en su versión Nor vietnamita, sino porque sus ropas (y piel) habían sido quemadas con el letal cocktel insediario. Se me antoja que esta foto hoy desnuda la miseria de la guerra.



La segunda foto también premio Pulitzer 1994 le pertenece a Kevin Carte, un fotógrafo sudafricano que se especializaba en mostrar las atrocidades del apartheid y otras cosas como esta en el sue de Sudan. A pocos meses de ganar el premio se suicida, dejando una carta que según la wiki decía:
"I am depressed ... without phone ... money for rent ... money for child support ... money for debts ... money!!! ... I am haunted by the vivid memories of killings and corpses and anger and pain ... of starving or wounded children, of trigger-happy madmen, often police, of killer executioners...I have gone to join Ken if I am that lucky."
No es mi interés abrir uns polémica sobre esta foto, mucho ha sido escrito en la Iternet sobre ella y sobre la actitud de Carter al tomarla. Creo que en ella se muestra al desnudo la miseria humana (tanto la del sur de Sudan como la del fotógrafo).



La ultima fotografía se tomó durante el atentado ocurrido en sobre un edificio del FBI(?) en la ciudad de Oklahoma en 1995. El que disparó, en esta oportunidad fue Charles Porter y un año despues ganó el Pulitzer.



El bombero, trata de recatar al pequeño pero lamentablemente no lo logró. En esta fotografía se desnuda la falta de ética y moral de nuestra civilización.

Ya terminando esta entrada veo que en estas fotografías hay más que el desnudo de una "pobreza humana" como denominador común, en las tres el elemento que se utiliza para transmitirla es un niño; lo cual es preocupante y nos debe llamar a la reflexión.

¿Qué te despiertan estas fotografías a vos?


2 comentarios:

  1. Se me ocurre que la fotografía aporta un elemento que es esencial en la toma de decisiones: el conocimiento de la realidad. Todos somos más o menos igual de listos, y todos queremos más o menos lo mismo... por tanto, lo que puede marcar la diferencia entre tomar una decisión acertada o una equivocada puede estar, simplemente, en haber podido conocer o no de antemano, gracias a una fotografía, las previsibles consecuencias de nuestras decisiones o nuestras acciones.

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  2. Víctor,
    Estoy de acuerdo con tigo, la información, de la manera que se adquiera, permite tomar una acertada, en algún sentido, decisión, como ejemplo dejo esta noticia:

    http://noticias.ar.msn.com/articulo.aspx?cp-documentid=6798163

    que trata de un choque entre un asteroide y la tierra en un futuro no tan lejano (2036). En una muy primera aproximación se podría decir que la probabilidad de que choque es de 0,5 pues las dos variantes (que choque o que no) no parecen distinguibles. Sin embargo si se ponen en juego más factores (mayor información sobre el proceso) la probabilidad se puede estimar cercana a 1/450.
    Igualmente creo que en el caso de la fotografía, aparte de una realidad "objetiva" que transmite la misma, existe un contenido de carga emocional muy grande que aporta el observador; por ejemplo, en la segunda foto (la de Kevin Carter) uno observa un ave y una niña; la información sobre la realidad africana y un conocimiento básico de aves te permite aseverar que es un buitre esperando quien sabe qué próximo a la niña. Pero no hay nada "objetivo" que permita inferir que la niña está agonizando, ni que el buitre espera su muerte. Esa es una carga que la pone el observador. Como ya habíamos comentado en tu blog, el observador decodifica la obra con sus propios códigos y creo que justamente allí está la magia de la fotografía, ya que quien dispara puede crear un clima que termina de cerrar el observador, a veces se logra el cometido y otras no

    Muy interesante tu participación y nos seguimos leyendo.

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