06 mayo, 2009

La vocación

Uno anda dando tumbos por la vida, y súbitamente descubre que hay un camino que le interesa seguir. A algunos les gustan los trabajos fuera de una oficina y otros prefieren la seguridad de las cuatro paredes en un edificio. Para algunos los números son lo peor, y otros se deleitan con la belleza escondida en ellos.
En el día de ayer, en una charla de café salió un tema interesante relacionado con lo que uno decide como su carrera y hoy, a más de 20 días de la última entrada y al parecer con el tema de la entrada a Blogger solucionado, me gustaría proponer el tema de la vocación. Por qué elegimos estudiar lo que estudiamos o más en profundidad ser quien somos.
Comencemos por casa, de muy chico me interesaba la ciencia y cuando me preguntaban que iba a ser cuando fuese grande, la respuesta salía sin dudas: Científico. En la escuela secundaria (media) estudié química, pero los primeros cruces con la química orgánica me hicieron ver que eso no era para mí, así que en la universidad me fui por la rama de la física y realmente nunca dudé por inclinarme hacia otra cosa.
La física me interesa, en gran medida, por la comprensión que puedo tener de lo que me rodea y más que la cuenta me interesa entender las ideas involucradas en un problema concreto, a tal punto que pienso que la física no es la colección de ecuaciones como nos la presentan, sino que se ocupa de las relaciones existentes entre la causa y el efecto, que por imposibilidad nuestra la tenemos que expresar de manera matemática, pero que estoy seguro que cuando aprendamos suficiente del tema las matemáticas serán innecesarias.
Hago este discurso, pues entiendo que la vocación se representa en una carrera (o decisión de vida), pero que en realidad es otra cosa. La carrera nos ayuda a tratar saciar un deseo oculto que tal vez no conocemos, pero luchamos por encontrar.
¿Qué te parece?

15 comentarios:

  1. Me gusta este tema que propones pues yo creo que cada uno de nosotros tiene una historia para contar en cuanto al descubrimiento de su o sus vocaciones. En este caso aumenta el interés de la charla porque yo también estudié física aunque no llegué a ella por las mismas razones que tu mencionas, como es natural.

    Entrando en tema les comento que cuando yo tenía unos 13 años empecé a sentir los primeros indicios de una vocación que se dirigía más bien hacia a la arquitectura. Realmente nunca he sido muy buena para dibujar artísticamente hablando, pero ya con reglas y compaces me defiendo mucho mejor. Siempre consideré que tenía una capacidad de abstracción suficiente como para visulizar formas mentalmente y me gustaba el hecho de que no hubiera que inventart nada sino que todo salía bien dibujado si uno medía y hacía las cuentas bien, además me gustan los trabajos metódicos y tranquilos, o sea, donde uno se concentre, hagas tu trabajo y "te olvides del mundo". Creo que eso último es lo que define bien el tipo de trabajos donde englobo mi vocación.

    Cursé tres años un taller de dibujo técnico en la secundaria y cuando entré a bachillerato (preparatoria) tuve que cursar materias de tronco comun durante 2 años lo cual me alejó un poco del dibujo por cursar materias como etimologías, psicología, literaturas, historias y cosas así pero en el 3er año debia elegir un área ya con miras a la eleccion de una licenciatura y elegí el Area 1 que en las preparatorias de aquí se conoce como el área Físico-Matemática, pero era porque yo iba a ser Arquitecta.

    Iba a elegir una materia optativa de dibujo y no hubo profe ese año, así que había que elegir algo y decidí tomar "Temas Selectos de Física" aún sin saber bien a bien de que trataba.

    Todo eso fue porque conocí a un muchacho en las clases de música que tomaba en la prepa que me decía: "¡Es que la física es lo más padre! y ¡el que sabe física lo sabe todo!" (casi casi que así me decía) entonces como lo escuchaba hablar tan animadamente dije ¿pues por que no?.

    Bueno, pues a mis 17 años realmente no había tenido grandes cursos de fisica ni en la secunbdaria ni en la prepa (¡profes malandrines!, uno no sabe el daño que hacen al no enseñar lo que deben sino hasta que uno se topa con el problema nuevamente) y de repente me vi envuelta en temas sobre rayos catódicos, aceleración de partículas, radiactividad y cosas así y yo me dije: ¿qué es esto?, bueno, la mayoría ni sabíamos derivar porque eso nos los estaban enseñando simultáneamente. Y fue de momento tan desconcertante, tan, pero tan extraño y tan interesante de lo que hablaban que dije: ¡de aquí soy! y me quedé :) Claro que para ponerme a nivel le batallé bastante, no fue un camino de rosas te lo puedo asegurar.

    A mi lo que me gusta de lo que hago es que realmente el grupo de gente con el cual debo interaccionar en mi día a día no es tan amplio pues no suelo socializar mucho, o sea, no es que sea uraña sino más bien es que no invierto mucho tiempo en salidas o pláticas con gentes que me rodean, no me gusta enfrascarme en discusiones existenciales, no me gusta arreglarme como lady para ir al trabajo y no me gusta decir que alguien es mi jefe (aunque en la realidad todo mundo tenemos jefes).

    Bueno, aparte de eso, me encanta la física, considero que todos los temas son interesantes cuando te dedicas a entenderlos, pero definitivamente uno no puede darse el lujo de tratar de entender todo. Me gusta mucho estudiar y es lo que suelo hacer la mayor parte del tiempo, digamos que ese es mi trabajo de momento y me gusta la docencia pero no controlar chavitos desubicados como lo tuve que hacer en mi ultima experiencia como profesora, por eso lo dejé un rato.

    Y aunque ya me extendí un poco te diré que si tuviera tiempo y dinero para dedicarme a otra cosa me dedicaría a algo completamente diferente como el Arte Dramático. Yo se que muy en el fondo dentro de mi hay una actriz de teatro en potencia jejeje, jamás he actuado pero muy, muy en el fondo lo sé.

    Saludos a todos!! :)

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  2. Myriam, muy interesante tu historia y que por casualidad (o no) pega con mi idea de la arquitectura. Creo que un arquitecto es como un eslabón perdido entre las "ciencias duras" y las "humanidades". Jamás le pediría a un Arquitecto que realice el proyecto de una represa, pues la llenaría de ventanitas para colgar cortinas, ni aceptaría la casa pensada por un ingeniero, ¡su noción de estética es muy dura!
    Si bien el título de la entrada es La vocación no creo que esta sea única, tal vez vivamos con una mezcla de "vocaciones puras" y dependiendo de las circunstancias nos inclinamos por una u otra.
    Gracias por comentarnos.

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  3. La última frase de tu entrada es como una carga de profundidad, jeje...
    En mi caso, no he reconocido nunca una vocación especial; no es que no me gustara nada, es que me gustaba todo... de forma que cuando llegó el momento de tomar la decisión, elegí la carrera de derecho porque pensé que tenía más "salidas" (como decimos aquí). Ahora estoy contento con lo que hago, pues con el tiempo te va gustando más aquéllo que vas dominando, pero lo cierto es que todavía, cuando tengo cerca un libro de ciencias, no puedo evitar indagar lo que tiene dentro... La pena es que el camino de letras a ciencias es mucho más difícil que el inverso, y a mi los misterios de la física me resultan ya inabordables.
    Y a Myriam... ¡arquitectura también era una de mis preferidas!
    Saludos a todos

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  4. Cómo Víctor: no estoy segura de haber tenido una vocación determinada. Los estudios se fueron alternando con el trabajo y así, según fuera éste, iban derivando. Fianlmente me especialicé en Recursos Humanos, y eso duró lo que mi matrimonio. Luego, el cambio fue tan radical que ya me pareció mejor cambiar hasta de trabajo, así que me dediqué a todo lo contrario. En vez de estar preocupándome pro rendimientos, despidos y contrataciones, me dediqué a procurar una mejor calidad de vida a las personas mayores, a la asistencia a la muerte, a los cuidados terminales, etcétera.
    Quizá ahora pueda decir que sí era ésta mi vocación desde el principio, porque me ha dado una perspectiva totalmente diferente de la vida y me siento muy feliz y cómoda en este trabajo.
    En fin..., supongo que, como se dice, cada dçia trae su afán. O su vocación.
    Abrazos a todos.

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  5. Víctor, entonces somos compañeros de vocación frustrada jeje, pero eso de la abogacía yo creo que nunca me pasó por la mente ni en mis sueños más angustiantes pues eso si de plano es otro mundo. Supongo que hay que leer kilos y kilos de libros (y digo kilos pues deben estar muy pesados), aprenderte muchos términos y, sobre todo, actualizarte constantemente con el periódico, Internet y otras fuentes. Yo creo que definitivamente si se debe tener una vocación como para poder lidiar con los problemas de los demás y mantenerse ecuánime y objetivo, así que mis respetos Víctor.

    Con respecto a ese comentario de brincar de las letras a la ciencia puede ser que tenga un cierto grado de verdad aunque tampoco es tan fácil el camino inverso como dices tu.

    Yo creo que la formación científica es un trabajo que se hace día con día y entre más joven se empiece mejor, me gusta compararlo con el deporte ya que uno no puede de repente hacer una rutina de gimnasia olímpica si nunca lo has hecho aunque se tenga mucha voluntad pues simplemente el cuerpo no te da para eso, y entre más grande empieces más dificil es y menos se puede alcanzar un nivel de excelencia.

    Por otra parte, yo por ejemplo me considero incapaz de debatir ampliamente algún tema de tipo social, político o económico pues realmente no leo mucho sobre eso porque me aburro o me agobio ¿y por qué? pues porque no estoy entrenada para ello, así pasa. Por eso no considero que haya cosas fáciles o díficiles, sino más bien hay cosas para las que estamos capacitados y otras para las que no.

    Trenzas, que buena onda que te has dedicado a algo que te guste aunque no sea precisamente tu profesión, de hecho tu actividad es muy loable y supongo que te ha de retribuír mucho más a ti en experiencias y enseñanzas para la vida. ¿Entonces estabas casada y volviste a la soltería? bien por ti, lo mejor de todo en esta vida es poder elegir y cortar en seco lo que ya no funcione, a final de cuentas lo único que uno debe necesitar para vivir es a uno mismo.

    Por otra parte, ya pensándolo mejor también me gustaría haber sido doctora (pero de las que si curan gente) o haberme dedicado a la fotografía, o a la elaboración de vitrales, o a preparar comida naturista jejeje, esas podrían ser mis otras vocaciones ocultas.

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  6. Para Víctor, tu caso pone un punto más sobre mi idea de los arquitectos, en el sentido de seres "resonantes" entre lo humanístico y las ciencias duras, (y por favor que con esto no quiero decir que los científicos no sean humanos o gocen leyendo una poesía); solo que vos te inclinaste "para el otro lado". El hecho que te inclinaste por "el que tenía más salida" es muy importante, con papers (trabajos donde los científicos exponen sus nuevos avances en el tema de su trabajo) no se puede ir a de compras al supermercado.
    En cuanto a tu comentario sobre los misterios de la física que te resultan inabordables creo que, con mucha certeza, a los físicos tampoco le son fáciles de entender.

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  7. Para Trenzas ... primero lo primero:
    Bienvenida a la casa.
    Qué interesante los cambios, me da idea de búsqueda y eso es importante, si uno encuentra el tesoro ¿después que hace? De ahí la última frase de la entrada que le pareció cargada de profundidad a Víctor.
    En cuanto al trabajo actual parece bastante interesante, sobre todo pues a ti te gusta y, por lo que leo, te permite ver la vida de otra manera, cosa esta que no siempre se puede lograr.

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  8. Un detalle para el público lector de Vieytes: todos ustedes lo leen y comentan cuando lo creen conveniente... pero el aprendió de mí no sólo algunas cositas de ciencia sino también que a los lectores cercanos geográficamente se les puede decir cosas como "¿no te parece que este tema es justo para que vos comentes?" o "¿qué tal si cuando tenés un minuto libre ponés algo sobre este tema?" o "hace varios días que no comentás, asi que..."
    y así buena parte del día. Pero, repito: eso lo aprendió de mi. Yo hasta pido colaboraciones para párrafos nuevos... y tengo dos o tres en trámite que tal vez puedan aparecer un día en mi blog.
    Así que... ahí va mi comentario sobre la vocación.

    Cuando yo estaba terminando la escuela media tenía bien claro que lo mío eran las ciencias exactas pero no sabía con seguridad si me interesaba más la astronomía, la matemática, la química, la meteorología o la física o quizá ser ingeniero.

    Descarté astronomía porque se cursa en una ciudad a 100 kilómetros de Buenos Aires que se llama La Plata y que es la capital de la provincia de Buenos Aires (no confundir con la ciudad de Buenos Aires, que es autónoma). Descarté luego ingeniería porque pensé que era muy difícil, y ocurre que todas las demás opciones tenían un curso de ingreso común que duraba un año en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Comencé ese curso en marzo de 1970 y sus materias eran prácticamente la introducción a cada una de las carreras que se ofrecían (exceptuando meteorología). Para esa época no tenía decidido todavía qué iba a estudiar pero no era necesario tomar esa decisión hasta completar el curso de ingreso.
    Durante los primeros meses estuve dudando pero a la mitad de ese año ya me había decidido por física.
    Al transcurrir la carrera me fui dando cuenta que hice bien en no estudiar matemática ni química pero creo que no hubiera sido un mal meteorólogo, ya que me encanta la meteorología y he sido profesor de una materia de cuarto año de la carrera de oceanografía en el instituto donde actualmente trabajo tratando de formar ingenieros. Finalmente debo decir que estoy muy contento con la elección de mi carrera universitaria y con el trabajo que luego tuve sobre temas de física en un laboratorio de la misma facultad donde estudié.
    Ese laboratorio daría para otro párrafo futuro de Vieytes, pero quería contar que, en la época que yo trabajé allí, el objetivo era la búsqueda de una opción de bajo costo a los grandes aparatos de fusión nuclear controlada que fueron apareciendo desde aquel momento hasta el presente.
    Un comentario sobre el momento actual: trabajo ahora en una universidad privada llamada Instituto Tecnológico de Buenos Aires (pueden ver una foto del edificio en uno de los últimos párrafos de mi blog...) y tengo la suerte de tener muy cerca como colegas a compañeros de estudios de la facultad y a exalumnos destacados como es el caso de Vieytes.

    Por hoy nada más, pero... a lo mejor Vieytes nos habla algún día del famoso laboratorio... ¿quién sabe...?

    Un abrazo para todos.

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  9. Si, sería muy interesante que Vieytes nos platicara del laboratorio y de los proyectos que ha desarrollado :)

    Pues muy impresionante Roberto, caray! me dan un poco de ansias de tener a un super profe como amigo y no poder aprovecharlo. Ojalá que en un futuro la tecnología me ayudara a poder recibir tus clases a distancia pues cada minuto que pasa y no te aprovecho como profe sé que es un minuto perdido :)

    Bueno, pues quedo al pendiente de lo que pudieran comentar más adelante. Saludos!

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  10. R ....
    Cría cuervos y te sacarán los ojos ....

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  11. Trenzas, estoy de acuerdo, cada día tiene su vocación... la vocación no es algo permanente, al menos no para todas las personas.

    Myriam, lo complicado del derecho no es el tamaño de los libros, sino que no existen fórmulas que ofrezcan un refugio seguro, que no hay asideros fijos, que no hay puntos de referencia absolutos.. que es un universo que se tambalea; si no te mareas, resulta entretenido. Por lo que te voy conociendo, creo que ese es el motivo por el que no te gusta el derecho, y me parece muy bien.

    Y hay otro problema. El derecho, como otras ciencias sociales, tratan del ser humano. Y los humanos, en fin... resulta más fácil entender un agujero negro. Fíjate que la ciencia puede explicar con bastante exactitud algo tan remoto como lo que ocurrió en el primer segundo de existencia del universo, tras el big-bang, pero no se puede predecir con el mismo grado de certeza la reacción que puede tener, ante un acontecimiento cualquiera, un humano sometido a una ligera presión (o sin presión, me da igual).

    Pero resulta que los humanos somos materia, sujetos por lo tanto a las estrictas leyes de la física...¿cuál es la fórmula bio-físico-matemática de, por ejemplo, la "vocación"?.. debe estar por algún lado, pendiente de ser descubierta...

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  12. A ver Víctor, de lo que leo creo ver que de tus letras se desprende que _todo_ podría ser expresado en una "formula" admitiendo por fórmula cosas mucho más complicadas que una simple relación "x= ...." Yo creo que no es posible, y va más allá de la indeterminación cuántica, expresada de una manera extraordinaria en un tema de tu compatriota Ismael Serrano "Principio de incertidumbre" que resumo en unos versos sobre la mujer que ama

    Puede que te saque de mis brazos
    tu marido o el despertador, ....
    ... Una posibilidad existe
    de que amanezcas conmigo
    y los cañones se oxiden.

    Creo que existen cosas, procesos, o no se como llamarlos que no pueden expresarse en fórmulas por más complicadas que estas sean y que las acciones de las personas forman parte de esta clase. Y me parece que es la causa por la cual, como vos decís, es más fácil explicar el supuesto comienzo del universo en el "big-bang" que explicar el porqué me gustan las parrilladas grasosas con merlot y no con malbec como las prefiere Roberto.
    La ciencia actual, y la antigua también, esta edificada sobre mentiras más o menos aceptadas que van cambiando periódicamente y que prevalecen sobre las otras mentiras, no porque se demuestre su veracidad sino porque sus detractores mueren (o en la antigüedad los mataban).
    Como ya se cantaba hace un tiempo (y va mi homenaje a don Mario Benedetti, que paso a la inmortalidad en estos días, porque muerto jamas estará):

    y porque en este tallo en aquel fruto
    cada pregunta tiene su respuesta

    El problema es darse cuenta que no toda frase que empiece con "¿" y termine con "?" es una pregunta, nuestra misión es, entonces, darnos cuenta cuales son las verdaderas preguntas, y en este proceso tal vez podamos equivocarnos, pero nosotros o nuestros seguidores continuarán la búsqueda, porque las personas tenemos la vocación del saber.
    saludos a tod@s

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  13. En el fondo estoy de acuerdo contigo, el último párrafo de mi comentario era más una provocación que otra cosa... pero aún así, en un plano puramente teórico, y tomando como presupuesto dialéctico la ausencia de un "alma" ajena a la materia, es una provocación que tiene fundamento... y si no, un ejemplo: seguro que existe una explicación fisiológica al hecho de que Roberto prefiera el malbec, y tú el merlot..

    Disyuntiva ésta que me recuerda un chiste buenísimo que me contaron la semana pasada...

    Una conversación entre dos amigos:

    - Oye, ¿a ti qué mujeres te gustan más, las rubias o las morenas?
    - (precipitadamente) Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí....

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  14. Víctor, me expreso mejor. Quiero trasmitir la idea que tal vez haya cosas que no puedan resolverse mediante fórmulas, por más complicadas que estas sean.........
    Me animo ..No me animo .... Me animo .... ¡bah si!
    Hay un físico matemático Inglés llamado Roger Penrose, que escribió un libro (The Emperor's New Mind) La mente nueva del emperador que trata el tema si bien el libro es muy pesado y requiere un esfuerzo muy grande para los lectores mortales, en él se desarrolla la idea de que ciertas acciones de las personas no pueden ser escritos en fórmulas, lo que no significa esto que sean inexplicables.
    Saludos.

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  15. Me parece que este blog va camino a ser un foro de reflexión de alto nivel.
    Como se suele decir: los alumnos siempre superan a los maestros.
    Por otra parte, creo que si pienso un rato sobre si las acciones de las personas pueden o no ser traducidas a fórmulas, me va a explotar la cabeza.
    Y sería una pena, sobre todo en medio de un fin de semana largo.
    Así que me voy a mi blog a poner una poesía o un concursito. Tal vez, el martes me ponga a pensar eso de las fórmulas...

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